La
opinión de los pequeños...
expertos
|
|
|
Que
me ha parecido el viaje
• Si va a haber otra oceánica
me gustaría ir a otro
país pero con playa.
• Me ha gustado mucho, sobre
todo porque con las familias
con las que he estado las conocía
y así es más divertido.
• Lo que más me ha gustado
es el curso de vela, hemos aprendido
como se llama cada cosa y a
manejarlo.
• No se me ocurre nada que no
me haya gustado, pero ha habido
alguna vez que no nos ha dado
tiempo a hacer algo de lo planeado
pero ha sido divertido.
• Lo que hubiese querido hacer
es ir a montar a caballo.
|
Lo
que más me ha gustado
ha sido el curso de vela. Y
además nos tiramos al
agua.
Y lo que no me ha gustado nada
fue el Monasterio de Piedra.
Además faltó la
noche de cine y la formación
ha sido un desmadre. Y la noche
en camarote yo casi vomito porque
olía fatal.
En general me ha gustado todo,
los hoteles, las playas, el
parque de atracciones, montar
en bici, los restaurantes, las
cuevas del Drach…me gustaría
añadir montar a caballo
y me gustaría ir a otro
país o hacer un crucero.
¡Y vimos a Rafa Nadal
en Manacor!
Además me ha gustado
la Post Oceánica, porque
hemos ido a la playa y allí
a unos colchones hinchables
en el agua y también
hemos ido al Acuario de Palma,
etc …. Adiós.
|
|
Lo
que más me gusta
• A mí me ha gustado
¡Todo! Pero también
me hubiera gustado montar a
caballo e ir al cine.
Lo que menos me ha gustado
• No ha habido nada que no me
haya gustado.
Topodaving lo mejor. |
Esta
es la desbaratada crónica,
escrita por la Reme, de la segunda
Oceánica Familiar realizada.
Como no podía ser de otra forma,
este viaje tiene un previo, un durante
y un después (la Post-Oceánica)
para hacerlo más intenso, si
cabe.
Día
0. 13/08 - Avanzadilla Tarragona.
Una
de las familias novatas, “Los Vinagre”,
ansiosa de iniciar la expedición,
llegan de avanzadilla a Tarragona-Valls,
e inician el viaje en estado de salud
óptimo…
Día
1. 14/08 - Desde los distintos puntos
de nuestra geografía española
– Tarragona (Valls).
Comienza
la carrera de los autos locos, nunca
mejor dicho...porque durante los próximos
días nos espera hacer más
pirulas, que las pastillas que se
toma padre… entre glorietas varias,
salidas ajustadillas y saltarnos líneas
continuas.
Unos
cuantos, con origen Madrid, paramos
en el Monasterio de Piedra en Zaragoza
para empezar a hacer kilómetros
a pie, tomarse el primer bocata y
por fin … conocer personalmente al
Heredero Topil. Las fuentes del lugar,
diseñado por Juan Federico
Montadas i Jornet, espectaculares,
al igual que los gasecitos expulsados
por Marcos en el regazo de la Reme
(toma bienvenida).
El
resto, salía del litoral mediterráneo
con maletas de ropa usada, habiendo
disfrutado de unas previas y tranquilas
vacaciones, todo lo contrario a lo
que nos iba a deparar este viaje,
lleno de madrugones y carreras, pues
de lo contrario no sería una
Oceánica Topil.
Toda
la expedición llegó
felizmente al Hotel Félix en
Valls, pese a los intentos de algún
navegador por perdernos. Y … sorpresa
sorpresiva y susto para la afectada;
a Raquel le diagnostican "paperas".
Inmediatamente... queda activado el
protocolo de emergencia ¡nada
de besos y abrazos y consulta a nuestra
pediatra particular, Araceli!
Almu,
para sí misma debió
decir: "tierra trágame
y ahora ¡qué hago yo
con Marcos!", pues de todos es
sabido, que eso de las paperas puede
provocar altas fiebres y puede afectar
de algún modo a los genitales
del sexo masculino. Dicho lo cual,
aquellos varones que no las habían
pasado, dieron paso atrás y
tragaron saliva.
Después
de la cena y aunque no había
aeropuertos y aviones de por medio,
todos llegamos tarde a nuestra primera
reunión. ¡Oh, capitán,
mi capitán! la tortura del
Topo acababa de empezar...
Día
2. 15/08 - Port Aventura
Mientras
Raquel se dispone a pasar el día
de Hospitales, el resto de expedicionarios
se prepara para pasar un día
de vértigo en Sésamo
Aventura montando en el Tami-Tami,
las mariposas saltarinas, las canoitas
y la vertiginosa lanzadera El Salto
de Blas de ojito, ¡ dos metros
de altura, subiendo el asiento a pulso!
... que se lo digan a Fran, etc. Los
más blanditos se fueron a montar
en el Dragón Khan y el Shambala,
vamos unos flojos. Pero lo mejor y
más refrescante … el Tutuki-Splash,
vaya tela, como nos pusimos.
Para
recobrar el sentido, fuimos viendo
espectáculos chulísimos
como el de las churris y maromos hawaianos
de la Polinesia, donde los peques
salieron al escenario a demostrar
su talento, los piraos del Far West
y al Jim Carrey de los pájaros
(un crak). Algunos, hasta cerramos
el parque viendo la cabalgata final
y los fuegos artificiales.
Y
Marcos, se portó como un campeón.
Mientras
nosotros disfrutábamos como
enanos, La familia Vinagre en su visita
sin guía por los hospitales
de Tarragona, recibe un nuevo diagnóstico
“pancreatitis” y se disponen a operar
a Raquel. Uf, menos mal que el Cirujano
miró las pruebas y dijo que
na de na, que puede usted viajar y
que… “graaaciasss porrr venirrrrr
“.
Día
3. 16/08 - Port Aventura Acuático
– Barcelona – Menorca (Ciutadela)
Como
parece ser que ayer no tuvimos bastante,
repetimos actividad de vértigo
pese a que la climatología
no estaba a nuestro favor.
Tiritando,
no paramos de tirarnos por el Torrente,
los toboganes y tubos varios y las
piscinas. Incluso algunas con spa
(o eso dicen los que estaban allí
tumbados, aunque más bien parecían
un cúmulo de ventosidades).
Qué
pena, que cuando empezaba a salir
el sol, nos tocó recoger nuestros
bártulos y salir rumbo Barcelona,
al C.C. Gran Vía 2, ya cerca
de la zona portuaria, para llenar
el buche antes de subir al ferry destino
a Ciudadela.
Ya
en el puerto, tras una dura espera
hasta que embarcamos, pero siempre
manteniendo alta la moral de la tropa,
la expedición rompió
filas hacia sus camarotes los más
afortunados y a las cómodas
sillas ... ¡qué curioso!
los novatos (Los Elisa, Los Vinagre
y Los Sánchez).
El
viaje transcurrió sin incidentes
más allá, que el padecimiento
de aroma existente en el camarote
de los Remes, ojo, ya existentes previamente
a su entrada en el mismo, que quede
clarinete. Y algunos mareillos por
otros expedicionarios que no consiguieron
conciliar el sueño, como en
su cama. Claro que nadie sabe lo que
sucedió en el camarote compartido
entre Juan Luis y Fran, ya que no
han querido hacer declaraciones.
Día
4. 17/08 – Ciutadela - Fornells
Amanece,
que no es poco y pronto. Tan pronto
que no llegamos para verlo en el punto
fijado, El Monte del Toro, pese a
que fuimos a toda velocidad, bueno…
los que teníamos gasofa.
Llegamos
al hotel Carema Aldea Playa, en Fornells,
los 36 sanos y a salvo y perfectamente
uniformados. Y con nuestros flamantes
polos naranjas irrumpimos en el buffet
a desayunar.
Después
papeleos para los buzos, pisci para
los peques y algunas intrépidas
(Elisa, Julia y Merche), se lanzaron
a los brazos de Giovani para una clase
de aquagym, que quedó en eso,
¡mal pensados!.
Con
los picnis a cuestas nos fuimos a
visitar en barco las calas de la isla
y a mojarnos el culete en una de ellas
por unos breves instantes. ¡Me
cachis! A algunos sí que nos
pareció breve. Y a Topo le
tocó escuchar las primeras
quejas, esta vez, sobre el picnic.
Mientras
unos hacían una parada para
endulzarse en una pisci para luego
dirigirse a visitar el casco antiguo
de Ciudadela, otros en un no parar,
fuimos a visitarla directamente, aunque
nos tocase cargar con los peques a
cuestas porque ya no podían
con sus pestañas. Otros, la
visitaron motorizados y los que ya
no podían con su alma, se fueron
directamente al hotel.
Ya
de vuelta en el hotel, y cada uno
con sus maletassssss ¿eh Fran?.
Cena, reunión para buzos y
a dormir que el día fue muy
largo e intenso.
Día
5. 18/08 – Fornells
Con
su camiseta a rayas, una tanda de
buzos madrugaron para hacer su primera
inmersión en la reserva.
El resto no se hizo esperar mucho
para lanzarse al buffet y disfrutar
de una mañana de euforia en
la piscina y el parque acuático
del hotel..."lo mejor de lo mejor"
dicen los peques.
A
comer, al Monte del Toro, en la posada
del Monasterio, donde no llegamos
a ver amanecer nuestro primer día
en Menorca. Y por la tarde, visita
a la fortaleza La Mola en Mahón,
para rememorar aquellas levadas del
año pasado, dónde alucinamos
con sus túneles y sobre todo
al final de la visita, cuando vimos
un super cañón.
Después
camino a Cala Pregonda, una parte
de la expedición, en un ataque
de ¡ya no puedo más con
este calor! se quedó quitándose
el sofoco una playa, otros hicieron
un sendero a otra cala, otros al hotel
y otros más listos... a Fornells
a tomarse algo fresquito y gastar
en souvenirs (unos vestidos monísimos).
¡Vamos...un desmadre de expedición!,
Reyi se va a hinchar a poner negativos.
Lo
importante, es que al final, todos
llegamos al buffet a ponernos como
si no hubiese mañana.
Día
6. 19/08 – Fornells
Segundo
día de inmersión para
los buzos, con una temperatura y visibilidad
estupendas.
El
resto, acampó en la cala del
hotel. Los peques entre baño
y baño, escudriñaron
los fondos, hasta que vieron desembarcar
a sus adorados padres y madres, y
como en la peli bienvenido Mr.Marsall,
se armó la fiesta, ante la
estupefacción del personal.
Relevo de padres/madres buzos y traslado
al acuático del hotel a endulzarse,
donde los peques lo pasaron en grande.
¡Vennnga
vaaa!, mil gracias a la organización
por elegir este hotel. Ha sido un
acierto, por el parque acuático,
la playita y por la ventaja de que
el Club de Buceo esté en el
mismo hotel (eso facilita mucho las
cosas). Y a otra cosa mariposa.
¡A
comer y a sudar! al Molino de Es Mercadel,
donde Los Vinagre se sublevaron saltándose
el menú y poniéndonos
los dientes largos con su bogavante
y queso de la tierra.
Tras
una caminata hasta cala Es Grau, bajo
un sol abrasador con la intención
de hacer snorkell, no siendo las condiciones
óptimas para llevar a cabo
dicha actividad, terminamos en la
playa de la Albufera, donde peques
y grandes snorkeleamos y nos bañamos.
Los Topo y Los Elisa, siguiendo el
espíritu aventurero de la expedición
hicieron paseito por la Albufera en
solitario, ya que el resto no conseguimos
sacar a los peques del agua.
Y
volvemos a salir pitando para llegar
al buffet como viene siendo habitual.
Y a preparar maletas para el siguiente
traslado.
Día
7. 20/08 – Fornells (Menorca) – Santa
Ponsa (Mallorca)
Una
vez más abrimos el restaurante
para engullir e iniciar ruta destino
Santa Ponsa. Tras una nueva aventura
embarcando, un ameno traslado en ferry
viendo pelis, vídeos y las
caritas de Marcos, desembarcamos en
Alcudia, para desde la rampa del ferry
salir en quinta hasta el Mesón
del Rey a papear. Por lo menos comimos
bien y fresquito.
En
un si es no es, tiramos las maletas
en nuestro nuevo alojamiento, el Hotel
TRH Jardín del Mar, donde quedó
patente que siempre ha habido clases.
A Los Perea ¡que son unos enchufados!,
les adjudicaron un “peazo” apartamento.
Mientras
los más flojitos, se quedaron
a chapotear en la piscina, buzos y
valientes, salimos hacia Palma a bichear
el centro de buceo, el club de vela
y darnos un “paseíto” de 15km
en bici, por el chuli-paseo marítimo,
donde Miguelito, apodado “el pedales”,
sembró el terror entre los
transeúntes. ¡Vaya sudada!,
nos ganamos la cena, pero bien.
Bueno
de entre los flojitos, no metemos
a Marcos, que el tío se pegó
un buen chapuzón, sin lloriquear
ni ná. Está claro que
es un legionario precoz.
Y
llegó la sobremesa de la cena
y el pueblo se sublevó ante
su monarca, lanzando quejas y expresando
inconformismo hasta hincharle las
________. Y nos tapó la boca
cargado de razón, puesto que
nuestra colaboración en la
Pre-Oceánica una vez más,
fue nula, así es que ... ¡punto
en boca to el mundo!, tanto los que
hablaron, como los que solo pensaron.
Y al catre, a reponerse para mañana.
Día
8. 21/08 – Santa Ponsa
Primer
día de buceo en Palma para
unos, de bautizo para otros y de curso
de vela para los más peques.
El resto a disfrutar de la playa,
la pisci y de las cucamonas de Marcos.
Digno
de ver, a estas madres atentas a la
salida del velero de los peques, como
si de un viaje a las indias se tratara.
Finalmente nuestros retoños,
regresaron sanos, a salvo y muy contentos.
Tan bien les fue bien a los buzos
y bautizados.
Puesto
que el capitán nos había
dado la tarde libre, bien porque estaba
así programado o por la hinchada
de pelotillas de la noche anterior,
algunos, decidimos celebrarlo allí
mismo apretándonos unas gambas
rojas y una caldereta de bogavante,
antes de partir hacia un bonito pueblo
de la Sierra de Tramontana, Valldemossa.
El destino no fue elegido al azar.
Básicamente seguimos a nuestro
líder, ya que la noche anterior
ante nuestra estupefacción
tras ser informados de esta tarde
libre, ¿dónde ir esta
pandilla de pollos sin cabeza? Y allí
que aparecimos todos los miembros
de la expedición, poco a poco.
Y
las madres, protectoras de sus hijos,
que renunciamos a esa noche de niños
planificada con cariño por
Los Topo, pensando que los pobres
acabarían agotados y teniendo
que madrugar al día siguiente
para el curso, fuimos recriminadas
por esas criaturitas hasta la saciedad,
¡que se habían quedado
sin noche sin padres!. Culpa nuestra,
no volverá a suceder, aunque
tengamos que levantarles a collejas.
Día
9. 22/08 – Santa Ponsa
Segundo
día de buceo y de curso de
vela, o mañanita de estar tiráo
en la playa o la pisci para el resto,
o para darse la pechá a caminar
como hicieron los intrépidos
Julia y Juan Luis. Apuntito estuvieron
de salir rodando todas las bolitas
de la pulsera cuenta pasos de Julia.
Vamos, que echaban de menos las levadas
de Madeira.
Nos
reunimos todos para comer en el Club
Naútico de Cala Gamba y poner
luego rumbo a Porto Cristo para visitar
las Cuevas del Drach. Haciendo raly,
pero llegamos a tiempo.
Y
como siempre nos liamos, una vez mas
no pudimos cumplir el plan de ir a
visitar Palma si queríamos
llegar al buffet, por lo que aquí
se disgregó la manada. La mayoría
al hotel a adecentarse para la cena,
Los Salido y Los Elisa a la fábrica
de perlas de Majórica ¡a
gastar!, y Los Perea, Los Julios y
Los Remes, en busca de una playita
para aplacar la energía de
sus polluelos.
Cual
fue la estupefacción de estos
últimos, cuando Los Remes son
adelantados en el puerto de Porto
Cristo por un pedazo de Aston Martín.
De reojillo, Raúl me dice que
le parece que es Nadal “el que usa
bañadol”. Rápidamente
son activados los agentes dormidos
Fran y Julio, que como quien no quiere
la cosa inician la persecución
del mencionado vehículo. ¡Y
bingo! El de Manacor, aparca su carro
delante de una pedazo de choza “que
pa qué” y responde a nuestro
saludo. Que tío más
majo y ¡más alto!.
Bonita
playa la de Porto Cristo, y chuli-tobogán
para los peques. No había manera
de sacarles del agua, así que...
no tuvimos más remedio que
saltarnos el buffet y cenar en un
burri-king, motivo por el cual el
Sargento Reyi nos pondría más
puntos negativos. ?
Día
10. 23/08 – Santa Ponsa
Tercer
y último día de inmersiones
programadas para buzos y bautizados,
y del curso de vela para nuestros
soldados.
Las
inmersiones, en la Isla del Toro y
la Isla del Sec, fueron las mejores
de entre las realizadas en el viaje.
Nuestros bautizados Alicia, Adrián,
Elisa y Carlos, superaron su inmersión
con buena nota, incluso Elisa con
mención de honor. Lo que no
sabemos es si solo compartió
aire de su botella con el profe o
algo más....Y nuestros jóvenes
soldados, obtuvieron con honores la
titulación Blanca. En unos
añitos, ya podremos alquilar
el barco y que nos lleven de calas
(o de cañas) por las islas.
Exhaustos
por tanto acontecimiento, pillamos
bocatas y salimos pitando a Palma,
a coger el tren a Soller. Menos mal
que el viaje dio para hablar, ver
el paisaje, siestear, etc. Hay que
agradecer especialmente a Alicia y
Adrián que cuidasen de los
peques, ya que nos les quedó
más remedio, puesto que mira
que es difícil arrancarse tantas
garrapatillas.
Después
de un paseíto por Soller, decidimos
tomar una terraza e hidratar nuestros
cuerpos serranos. ¡Que fallo
no habernos traído el bañador!
De
vuelta al hotel, a recoger los bártulos
del club de buceo y despedida, hasta
otra. ;-)
Noche
nostálgica por las despedidas
entre los oceánicos que se
van y los que se quedan, trapicheo
de fotos entre carcajadas y consecuente
tocada de pelotillas a los “guiris”
que intentaban dormirse pronto, para
darse el madrugón en la operación
¡acapara tu tumbona en la piscina!
Al día siguiente.
Día
11. 24/08 – Santa Ponsa-Madrid-Valencia
Madrugón
para Los Topos, Las Tiitas, Los Reyis,
Los Elvira, Los Elisas, Los Vinagre
y Los Salido, que se disponían
a volver a sus dulces hogares. Pero
por delante tenían unas cuantas
horas de camino, pasando penurias.
A
los que tuvimos la fortuna de prolongar
nuestra estancia, Los Perea, Los Julios
y Los Remes, nos llegaron noticias,
de que las autoridades aduaneras en
Palma, andaban vigilando a un grupo
de traficantes de ensaimadas y sobrasada
mallorquina oculta entre pañales,
que habían burlado hábilmente
los controles y se estaban poniendo
las botas en la cafetería del
ferry. ¿De quién podría
tratarse?...
Y
…
¡ comienza la Post-Oceánica
para unos cuantos afortunados !
Muy a nuestro pesar, perdidos, sin
un líder que nos organizase
la vida, decidimos sufrir la tortura
de las hamacas de la piscina del hotel,
snorkelear en la calita y apretarnos
una copiosa comida, con su cervecita,
mientras pensábamos qué
hacer esa tarde.
Habíamos
oído hablar al Topo del Castillo
de Bellver, así que allí
que nos fuimos. Julio empezó
a padecer los típicos síntomas
del fantasmagórico virus oceánico,
por lo que abortaron la misión
y se volvieron al hotel. El resto,
ansiosos por visitar Palma, allí
que nos fuimos, a pasear por sus calles,
usmear en los puestecillos del paseo,
ver la Lonja y refrescarnos por dentro.
Tanto
nos echaron en cara nuestros hijos
que no hicieron la noche de cine,
que Los Perea ofrecieron su humilde
morada como punto de reunión,
para que los peques viesen una peli,
comiesen palomitas y los demás
hiciésemos tertulia nocturna
entre cervezas y mojitos. Los pobres,
no sabían la que se les venía
encima... ¡con lo gorrones que
podemos llegar a ser!. Julito causó
baja esta noche, no sabemos si porque
le dolía realmente la barriga
o por que echaba de menos a su Capitán.
Día
12. 25/08 – Santa Ponsa
Según
lo planificado el día anterior,
tras desayunar, nos dirigimos a Cap
de Formentor, parando en Pollensa
a reagruparnos, ya que lo de salir
todos juntos del hotel parece ser
misión imposible, con la intención
de culminar en Alcudia. Pero al igual
que en la fase Oceánica, no
conseguimos cumplir todos nuestros
objetivos, dejando Alcudia para otro
día.
Espectaculares
las vistas desde los miradores y preciosas
las calas. Una odisea para subir al
Faro de Formentor, gracias a las cabezas
duras de los que pretenden subir sin
dejar bajar, en fin pilarin.
Muertitos
de calor, a Cala Formentor, donde
nos dieron una buena clavada (esperada
por su puesto), en el restaurante
playero Barceló Premium. Sobre
todo para Gloria, con quien Julio
decidió compartir su virus,
motivo por el cuál, se tomó
los tagliatele más tristes
y caros de la historia. Menos mal
que la playita bien mereció
llegar hasta allí y dio para
pasear, dormir y no parar de jugar
en el agua.
Tanto,
que para no perder la costumbre, apuramos
tanto que luego nos toca salir corriendo
y pasa lo que pasa. Un árbol
nos la jugó a Los Remes, moviéndose
sigilosamente justo cuando dimos marcha
atrás a toda leche y ¡zas!,
nos quedamos sin luna trasera y portón
perjudicao. Pero aun así, conseguimos
llegar a la cena.
Y
por supuesto cine con palomitas y
tertulia, en la chocita de Los Perea.
Parece
que el personal está un poco
mejor, hasta Julio está resurgiendo
de sus cenizas, no sabemos si por
el gyntonic que se está tomando,
o por que mañana se va a bucear
a la Cabrera. :-)
Día
13. 26/08 – Santa Ponsa
El
virus Oceánico y el cansancio
está causando estragos en la
expedición y hoy se queda la
mayoría en el hotel. Los que
ya están mayores, para tratar
de reponerse dándole una paliza
a las tumbonas o estudiando “¡qué
moral!” y los peques en el agua a
los que ¡oh! ¡les han
salido branquias!. Y Julio hoy correrá
sus andanzas en solitario por los
fondos de la Cabrera.
Los
Remes, que no somos carne de tumbona,
como si de un día normal se
tratara, partimos hacia Llucmajor
para ver el conjunto de Capocorb Vell,
donde pudimos ver talayotes y restos
de viviendas de un poblado o centro
ritual (se desconoce), bajo un calorazo
de muerte, la Torre de San Miguel
y Cala Pi. Y vuelta a Palma para hacer
una parada técnica en Carglass,
donde nos envolvieron el portón
como un bocata. Comimos bien en un
Argentino y rumbo al Palma aquarium,
donde los peques tocaron estrellas,
erizos y pepinos de mar, y observamos
la vida del tanque de tiburones más
profundo de Europa. Para culminar,
un buen baño en la Playa de
Palma, con olas y todo.
Día
14. 27/08 – Santa Ponsa
Hoy
es un día muy especial. El
soldado benjamín, Javier, ¡cumple
4 añazos!. Y nuestro Sargento
Reyi también cumple unos cuantos....
La expedición se ha venido
arriba y nos vamos a pasar el día
pateando Palma. Visitamos la Catedral,
paseamos por sus calles, la Plaza
Mayor, cotilleamos en las tiendecitas,
nos hicimos fotos con los Gigantes
y Cabezudos expuestos en la Biblioteca,
visitamos los Baños Árabes
y después de comer entramos
en el Palacio Real de la Almudaina,
¡gratis!.
Comimos
en el Bistró Las Olas, un sitio
muy coqueto, porque tenemos mucha
categoría, más hambre
que ganas de andar y fue el primer
lugar en el que cabíamos todos.
Vamos que el hombre flipó y
puso el cartel de cerrado. Para los
niños fue complicado pedir,
pero los mayores, comimos de lujo.
Y
como nos lo hemos ganado, a repetir
a la playa de Palma, menos Los Julios
que tenían que preparar un
fiestón.
Y
después de la cena, por fin,
llegó el fiestón. Con
globos, chuches, bebidas, tarta, regalos
y hasta DJ. Y así nos dieron
las tantas.
Día 15. 28/08 – Santa
Ponsa
Comienza
el último día. Lo que
no hayamos hecho ya, malamente vamos
a hacerlo hoy, por lo que no nos vamos
a agobiar, que estamos de vacaciones.
No
obstante, habiendo desayunado fuerte
y con los motores en marcha, ponemos
rumbo a Alcudia en nuestro tercer
y último intento por visitar
dicho lugar. Como viene siendo tradición,
Los Julios se retrasan, lo cual no
nos preocupa, porque aun saliendo
del hotel antes que ellos a diario,
suelen llegar e incluso aparcar antes
que nosotros, desafiando todas las
leyes de la física en lo relativo
al espacio-tiempo (si Einstein levantase
la cabeza...).
Dedicada
la mañana a visitar Alcudia
bajo un sol de justicia, paseando
por sus calles, pasando bajo sus puertas,
subiendo a su muralla y viendo su
iglesia y su museo parroquial, el
personal se rinde y se acopla en un
banco a la sombra de la puerta de
la iglesia. Solo una pequeña
parte de la expedición al límite
de la deshidratación (Miguel
“el Pedales”, SuperCelia, Raúl
(aunque sin ganas, todo hay que decirlo)
y Merche (promotora de la idea y por
supuesto no podía claudicar
ahora)), cumplen con el programa y
visitan el Museo y los restos de la
antigua ciudad romana de Pol-léntia,
nada menos que del 123 a.C, teniendo
que hacerse una caminata que les lleva
a tomar por saco, para poder ver el
teatro, el Fórum y el barrio
residencial de la Portella, en los
que aún se sigue excavando.
Pero valió la pena.
Y
ahora ¿dónde comemos?,
pues en Calle Ronda 63, le dice a
Julio su ifone, pero no le dice como
ir, por lo que los voluntarios Fran
y Raúl se patean la dichosa
Ronda hasta llegar a un restaurante
frente a la oficina de turismo, dónde
curiosamente comenzamos la visita
a Alcudia. A destacar, la cargadita
sangría que se pidieron algunos
a riesgo de salir de allí arrastras
y abrazaditos, cantando “Alcudia patria
querida”.
Y
ahora, a dormir la mona a la playita
recomendada en la oficina de turismo
para los peques, en la bahía
de Alcudia. ¡Cómo se
lo pasaron los jodíos, en los
hinchables que había en el
agua!, saltando, escalando y volando
por los aires. Nos dijeron que aunque
era por 40 minutos, normalmente a
los 20 se cansaban y los traían
de vuelta. Ja, ja, ja,... esta gente
no conoce a nuestros soldados. Y dos
horas pasaron y ya cerraron los hinchables
y no les quedó más remedio
que devolvernos a nuestro polluelos.
Agotados y a riesgo de no llegar al
buffet, salimos pitando al hotel.
Y
como no, cine de despedida y a hacer
las maletas.
Día
16. 29/08 – Santa Ponsa-Madrid-Valencia
Chicos,
esto se acaba. Último día
de buffet y menos mal, porque no se
puede comer de esta manera, alguno
se va de aquí con sobre equipaje.
Dejamos
el hotel y marchamos de camino al
Puerto a tomar el ferry de vuelta
a la península. Esta vez, el
trayecto promete ser pesado en la
cafetería y nos quedamos sin
visita al puente, pese a que nuestra
diplomática Julia intentó
camelarse a la tripulación.
Pero como no les enseñó
la cacha, pues ná. Pero al
mal tiempo buena cara y menos mal
que la primera parte de la expedición
nos puso sobre aviso y con nuestros
pantalones largos y chaquetas, capeamos
el temporal. De todas formas, aprovechamos
el tiempo, unos dibujando y pintando,
haciendo pulseras con hilos, disfrutando
del mago y los talleres, viendo pelis,
estudiando (¡qué moral
tienes Fran!), trapicheando con las
fotos del viaje, otros dormitando,
…. vamos ¡un no parar!. Tanto
que con tanta actividad, no nos dio
tiempo a redactar la prometida crónica
del viaje. Reyi nos pondrá
otro punto negativo.
Tardamos
en desembarcar, pero la expedición
se disgregó rápidamente,
sin despedidas y sin paradas ante
el ansia de llegar a casa para tirarse
en el sofá y ver la TV de cuarenta
y tantas pulgadas. Y finalmente ya
anochecido llegamos todos físicamente
íntegros a casa.
Lo
que pasa,… ¡es que tendremos
que quedar en breve para despedirnos!
¿no?
Ah,
por cierto, ¡este año
lo de la tropa ha sido la anarquía!
Y ni se ha formao como es debido,
ni se ha cantao na. Pues aquí
os dejo las nuevas estrofas que teníamos
preparadas para la tropa de Oceánica
2014:
Nota:
La canción se cantaba con la
musiquilla del patio de mi casa, pero
bajito que no tenemos derechos de
autor…
Nuevo
estribillo:
Polo
naranja
camiseta a rayas
mira que te pones
según donde vayas
Las
dos nuevas estrofas:
Ya
somos soldados
de un cuerpo especial
somos topodiving
¡y vamos a navegar!
En
nuestras filas
Hay un recluta más
Se llama Marcos
¡y ya sabe cantar!
Bueno chicos, esto es lo que he conseguido
sacar de mis oxidadas neuronas sobre
este viaje, por lo que es de agradecer,
que enviéis a Jose aquellas
vivencias y/o comentarios que queráis
compartir, hecho que le sorprendería
gratamente, para que los incluya,
cuando tuviese un huequecillo. Y si
algo de lo que cuento, no es correcto,
u ofende a alguien, no ha sido mi
intención, pido perdón,
pero como comprenderéis … trabajo
en esta crónica bajo la presión
del tiempo y el espacio y … ¡cómo
superar al Topo!
Merche,
La Reme. |