La
opinión de los pequeños...
expertos
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LAS
PEREITAS
Las
conclusiones de María que dice
que lo mejor del viaje ha sido disfrutar
de la compañía del resto
de la pandilla.Paula
ha ido pormenorizando cada detalle,
al que Celia decía que opinaba
igual que ella y donde María
estaba de acuerdo en la mayoría.
A
las chicas les han gustado las playas
muy limpias y con poca gente. Mención
especial para la playa de la Concha.
El parque acuático ha tenido
especial interés para Celia.Las
visitas turísticas han estado
muy bien según Paula que nombra
muchas: El jardín del cactus,
el mirador del río, los jameos
del agua, la cueva de los verdes,
e incluso la casa de Cesar Manrique.
Las caminatas gustan pero no el calor.
Las 3 recuerdan positivamente las
de Madeira, por senderos frondosos
y fresquitos.A
Celia los paseos en bici le encantan
según sus propias palabras
pero todas se quedan con los trayectos
planos de paseo marítimos.
Los senderos con botes, piedras, etc.
no gustan, ni en bici ni en coche.Los
hoteles este año muy bien para
las 3, con preferencia por el apartamento
de Lanzarote muy valorado.En
la comida hay diferencias, Paula prefiere
la comida a la carta de Fuerteventura
y María el buffet. Paula lamenta
la poca variedad del buffet sobre
todo en postres no dulces.Las
multi actividades del hotel de Lanzarote
han gustado mucho. Y encantadas con
la variedad que han tenido con los
karts, el paseo en camello y superchulo
el segway en palabras de Celia.Al
snorkel dicen que sí, al buceo
aún no.La
puntuación que le dan al viaje
es de un 7 María, y un 9 Paula
y Celia. Celia ha bajado su 10 inicial
porque se ha acordado de las veces
que se cayó con la bici. En
los 3 casos es el sendero de la bici
en La Graciosa lo que recuerdan en
negativo |
LOS
SALIDOS
Olivia
Me
gustó el precipicio de la cueva
del agua, el parque acuático
y los camellos. También me
gustaron los Kars y la casa de Manrique.
El barco me gustó mucho.
No me gustó el camello de atrás
porque parecía que me iba a
morder. No me gustó la bici
que me tocó.
Juan
Luis
Lo
que más me gustó es
lo mismo que Olivia y cuando Miguel
se pegó un susto con la cabeza
de Pajarita y de Paco. Y los bolos.
Me gustó ir en pico el barco,
delante.
Lo que menos me gustó, las
marchas de la bici porque no las podía
cambiar.
Sara
Lo
que más me gustó fue
el camello. Los volcanes y los bolos.
También ir con papá
en los Kars. Y subir en avión.
No me gustó cuando el mar se
llevó mis chanclas. La próxima
vez me gustaría ver mas peces.
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LOS
REMES
Lucía.
A mí me ha gustado mucho
ir a Fuerteventura y a Lanzarote.
Y me ha encantado montar en
dromedario, ir al parque acuático,
también estar en las
dunas aunque solo fuimos los
Remes y los Pereas, montar en
car sola y el torneo bolichero.
Aunque, me habría gustado
estar más tiempo en las
playas, que no nos hubiéramos
perdido en la caminata, el elegir
las bicis en la isla de la Graciosa
y no habernos perdido la visita
al archipiélago chinijo
y la isla de Alegranza por las
malas condiciones del mar.
Yo
quiero montar a caballo y hacer
algo mientras los mayores bucean
como el curso de vela del año
pasado.
La
noche de los niños quiero
que se repita, y dure más
tiempo para ver película
o no, y hacer más cosas,
porque no dio tiempo a mucho.
Miguel.
Me
ha parecido muy divertido y
quiero que se repita el parque
acuático, pero me sobró
la merienda.
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LOS
JULIOS
Javier:Lo
que más le ha gustado son los
camellos, los bolos, el paseo en coche
todoterreno de isla graciosa, el parque
acuático, ir arriba en el barco
a isla graciosa y la isla de lobos
y los baños en la playa.
Sara:
Coincide en que lo mejor los camellos
y el segway, el parque acuático,
el viaje en todoterreno y los bolos.
Las piscinas y los juegos con las
olas le han encantados y los saltos
en los barcos también.
Lo
que menos, lo tienen claro los dos
la caminata de isla de lobos, según
ellos muy larga y mucho calor y meterse
en el charco de fango de la playa
de Fuerteventura...
Y a Javi, el revolcón que le
dio la ola en isla graciosa por culpa
de su padre, no le hizo nada de gracia...
En general les han gustado todas las
excursiones y todo lo que hemos hecho,
venían los dos muy contentos.
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Como
el año pasado, aquí tenemos
la crónica del viaje escrita por
la Reme, que la disfrutéis...
Por
delante, 12 días de aventura – 01/08
– DE MADRID A FUERTEVENTURA - ¿primer
traslado? ¡Por fin!, unas merecidas
vacaciones. Y un año más el
grupo Topodiving, se embarca en una nueva
aventura.
Esto
empieza y no estamos todos. Algunos ansias
o más pudientes “Los Pereas” se fueron
antes, nuevas incorporaciones “Los Joaquines”
(que no tienen ni puñetera idea de
a lo que se enfrentan, con un bebé
de cuatro meses y sin super-nanis de compañía...
ji ji ji ) viajan desde otro continente
ni más ni menos. Otros, se han vuelto
muy especialitos, vamos la aristocracia
oceánica “Los Salidos”, que quiere
sufrir lo justo, se incorporarán
hacia la mitad de viaje, aunque en realidad
lo que pretenden es venir con las pilas
cargadas y llevarnos con la lengua afuera
a los demás. Y los demás …
o sea, los que ¡si estamos!, los más
valientes e inconscientes, “La Familia Topo”,
“Las Rubias”, “Los Julios” y “Los Remes”,
con nuestros relucientes, planchados y bien
olientes polos verdes, al más puro
estilo guarda forestal, avanzamos por el
aeropuerto de Barajas sin ser parados por
ningún turista que nos solicite ayuda
para empaquetar sus maletas, o llevarles
un carrito (esas cosas que nos pasan cuando
decidimos vestirnos del color de los curritos,
estando de vacaciones).
¡Vaya
tela!, ¡que pandilla de delincuentes
“Los Remes”!, - en cuanto pueda me cambio
de familia. A ese padre… que se le olvida
que lleva una navaja suiza (con todos sus
accesorios) en el bolsillo… y con dos cojones
la pone sobre la bandejita esa de la cinta,
a ladito de las gafas, el móvil,
etc. Total, que le digo: - cariño,
ya te has quedado sin navaja. Pues sin problema
la coge y decide ocultarla, no voy a decir
dónde o como, no seré yo quien
testifique contra mi esposo. Pues por si
alguien no se había enterado, el
niño, que es un boceras, deja constancia
a grito pelao de tal hecho – papá
¿qué has hecho con la navaja?
¿dónde la has escondido? Menos
mal que los de seguridad andaban un poco
liaos buscando explosivos o macizas a las
que magrear y no se enteraron. Pero para
rematar el momentito, cuando pasa la niña
por el arco, éste pita y se ilumina
como si fuésemos el cliente un millón.
Claro, la muchacha alucinada como una estrella
de cine, previo permiso a sus padres es
cacheada y… tranquilos que el padre no la
acopló la navaja en el moño,
eran las horquillas de pelo.
Por
fin, esperamos la salida comiéndonos
un bocata, “tranquilamente”.
Y
por arte de magia, llegamos a Fuerteventura
una horita antes, sin sustos, sin perder
maletas, y según el programa fuimos
a alquilar los coches. Y parece que hoy
es el día de los Remes, porque pese
a que el modelo de coche reservado supuestamente
era de unas características específicas
para facilitarnos el transporte del equipaje
hasta el hotel… ni el más experto
jugador de “tetris” hubiese conseguido encajar
las ¡solo cuatro maletas! en nuestro
super-coche con depósito para gas
licuado. Por cierto ya sabemos que eso te
deja sin maletero (tomar nota). Bueno, por
lo menos tenemos GPS.
Cuando
llegamos al hotel, “Los Pereas” nos dieron
una calurosa bienvenida, ya que hacía
un calor de narices, y ya en la cena conocimos
a quién será nuestra cena
de Navidad este año. ¡A Kaila,
por su supuesto! y ya de paso saludamos
a sus criadores “Los Joaquines”.
Cenamos,
nos pusimos al día de nuestra vivencias
desde la última vez que nos vimos
en la Reserva y a la cama que al día
siguiente nos esperaba un duro día
… bueno, ya puedo adelantar que un muy duro
día.
Nos
quedan 11 días, empieza lo bueno
– 02/08 – CORRALEJO / VISITA A LA ISLA DE
LOBOS
Desayunaditos
y cargaditos con nuestras mochilas y nuestras
sombrillitas… la marea humana de camisetas
azules, abordó el “Majorero” (un
barco de esos con un fondo de cristal que
marea) y sin darnos un madrugón .
Pobre Marcos, su cara era un poema, no sabía
que le estaba pasando en su barriga, estaba
totalmente concentrado en no vomitar. El
caso, es que salimos hacia la isla de Lobos
a pasar un idílico día de
caminatas y playa, desembarcando en Roques
del Puertito. Bueno, un ratito de playa
y a comer al chamizo de Antoñito
el farero.
Mientras
unos se regodeaban con la sobremesa, los
más lanzados (“Los Perea” y “Los
Remes”), hicieron su primera cumbre para
ver el paisaje (claro, esto luego nos pasó
factura).
Y
tal y como recomiendan las autoridades sanitarias…
el grupo al completo, inició la caminata
de 7 km a las tres de la tarde, por un paraje
desértico. Muy bonito, la verdad,
pero con un calor de pelotas y llevando
como única equipo de supervivencia;
unas botellas de agua que resultaron escasas,
dos carritos con sus bebés y tres
sombrillas perfectamente envainadas en sus
fundas (para preservarlas de las inclemencias
meteorológicas). Pero nada más
iniciar nuestras andanzas, lo de los carritos
no se veía viable, por lo que los
más inteligentes cambiaron su destino
poniendo rumbo a la playa de La Caleta,
mientras el resto seguíamos inconscientes
del reto.
Y
como no nos gusta lo fácil, o mejor
dicho nuestro querido capitán no
ve un pijo ya, se lio con su mapita… y no
quiso hacernos caso a los que le decíamos
que “la señal del camino que acabábamos
de pasar” apuntaba en otra dirección,
decidimos seguirle, ¡por supuesto,
la manada siempre tiene que estar unida!
Caminamos por terrenos casi inexplorados,
atravesamos el temido cementerio de gaviotas
y el embrujado bosque ruinoso,… apuntito
estuvimos de plantar la sombrilla en medio
de la nada para descansar del sol, hasta
que por fin… reencontramos el camino hacia
faro. Llegando a sus pies, una parte de
la expedición al borde de la extenuación
pasó olímpicamente de subir
a ver el farito (totalmente comprensible),
y puso rumbo a la playa a mojarse el culo
cuanto antes. Sólo los siete magníficos
hicimos cumbre en el Faro de Lobo y ¡maldita
sea! ¡NO había bar! Vaya un
faro de “M”. Y yo que pensé que me
había ganado una cervecita bien fresquita.
Pero el desánimo no pudo con nosotros
e iniciamos camino hacia la playa, sin descansar
ni na ¡pa qué!
Por
fin, en la playa, nos reencontramos con
el grupo que retrocedió ante la imposibilidad
de sobrevolar la zona con los carritos de
Marcos y Kaila, [nota: la próxima
vez hay que traerse unos drones] esto no
es apto para menores de 7 añazos,
a excepción del campeón de
Javi (la promesa de “Los Julios”), que no
flaqueo ni una pizca e hizo toda la caminata
a pie.
Y
allí, dejamos nuestros fluidos a
los pececillos para su deleite (por cierto,
peces que alguien se comerá en algún
momento, incluso nosotros, ji ji ji).
En
breve embarcamos, llegamos al hotel y nos
adecentamos para bajar a cenar. Y los buzos
al centro de buceo, a dejar el equipo, rellenar
papeles, etc.,… a tomar por saco, en la
otra punta de la isla…
¡Que
noooooo, que es broma!, ¡es para dar
envidia a MPaz!, que el centro de buceo
estaba en el mismo hotel, ji ji ji, vamos
que entre inmersión e inmersión,
puedes subir a echar un pis en el baño
de tu habitación. [nota: Palo, esto
te hace ganar puntos, que lo sepas]
Díos
mío y nos quedan 10 días –
03/08 – CORRALEJO
El
grupito de buzos, nos levantamos con las
gallinas tardías, para ir a nadar
con los pececitos a la isla de Lobos. En
realidad, la cosa fue muy tranquila, ya
que el centro de buceo “Punta Amanay”, estaba
ubicado en el mismo hotel. Y menos mal,
porque los desalmados Remes, levantamos
a nuestros churumbeles y les abandonamos
con sus padres adoptivos para hoy. Desayunamos
como los campeones e hicimos un par de inmersiones,
una en el punto que llaman “La Laguna” y
otra en “El Río” (no se han roto
mucho la cabeza). Las dos fueron interesantes
y vimos bastante vida. Y nuestro Capitán
rescató la aleta de una desconocida,
a la que abandonaron sus compañeros
a su suerte ¡ése es nuestro
capi!
Un
apunte para buzos: por lo visto, las rocas
volcánicas… pesan poco, vamos que
no van bien como plomos. O sea, que si os
dais cuenta de que vais poco lastrados…
tendréis que meteros muuuchas en
los bolsillos del chaleco para obtener el
efecto deseado, es decir hundiros más.
[nota: Esto Almu os lo puede corroborar]
Según
mis informadores, mientras tanto, en la
piscina del hotel, los niños de la
expedición pusieron a prueba los
nervios de la “joven” socorrista. Tanto
que a punto estuvo de sufrir un infarto
al ver a tanto niño disfrutando.
Cumpliendo
el programa, nuestros estómagos repostaron
en el “Single Fin”, en Corralejo, hamburguesitas
y eso, donde ya nos esperaban con las mesas
puestas y la comida pedida, los no buzos.
Por cierto, si vais por allí y os
pedís la hamburguesa “El Granjero”,
pensar que en realidad deberían haberla
llamado “El Granjero picante de cojxxxx“,
puesto que contra todo pronóstico
el guacamole ese te deja insensibles las
papilas gustativas. ¡Que nos lo digan
a Ana y a mí!
El
caso es que aquí el personal cuando
se sienta a comer, conecta el “modo yayo”.
Así que en cuanto me comí
la hamburguesa que era para Ana, que la
había pedido media hora antes que
yo (vamos que me colé), me llevé
a los peques al hotel porque estaban pidiendo
a gritos ¡piscina!, para no dejar
reposar la comida a nuestra amiga la socorrista.
Momento que aprovechamos para nuestros ensayos
“sorpresa “.
Todos
reunidos en el hotel, a media tarde, partimos
hacia las playas del Parque Natural de Corralejo,
donde los peques saltaron las olas y se
revolcaron bien. Hasta Marcos, que parece
que no le mola mucho esa masa tan grande
de agua, se metió en un jazzcusi
natural. Kaila prefería ocultarse
bajo la sombrilla… ya sabéis que
en ciertas culturas lo de estar blanquita
es indicativo de ser de clase alta y ella
es mu fina y tiene que estar muy bien cuidada
hasta que la tostemos esta navidad.
Fran
se lo montó genial, como buen canario,
echándose un buen siestón
a la sombra de una duna. ¡Tú,
sí que sabes Fran!
Pues
ya parecía que se terminaba la jornada,
cuando el personal se retiraba al hotel.
Pero señores… el programa es el programa
y había que ir a revolcarse en las
dunas duneras. Los Perea y Los Remes, no
podíamos renunciar a semejante placer,
por lo que nos acercamos a las dunas molonas
a terminar de hacer la croqueta a lo grande
y dejar nuestras huellas por un breve momento.
¡Y allí nació el último
deporte olímpico! “la petachancla”.
[nota: si alguien quiere conocer las bases
del juego, que contacte con Miguel]. A los
chavales les pareció más chuli
que el parque de atracciones.
Y
salimos para el hotel, que ya íbamos
tarde. Cenita y a la cama. Bueno, todos
menos “Las Rubias”, que poniendo a Gelen
como excusa se fueron de mojitos hasta las
3:00 de la madrugá (la versión
oficial es que se fueron al hospital y mucho
me temo que Gelen no pudo tomarse ni un
mojito, pero la juerga la salió gratis
por que ya salió narcotizada del
hospital).
Y
aún nos quedan 9 días – 04/08
– CORRALEJO / FUERTEVENTURA
Hoy
nos ponemos todos en “modo guiri” y nos
vamos todo el día de turisteo por
la isla.
Tras
un copioso desayuno, es decir como si no
fuésemos a comer ya nunca más
en la vida, la expedición al completo
partió en dirección al Faro
de Tostón (¿por qué
le pondrían ese nombre?). Transitamos
para algunos demasiado rato, por una pista
de tierra y bachecitos no aptos para próstatas
y/o vejigas delicadas. En ese momento sospechamos
que este podía ser el origen de su
nombre. ¡Dios mío! Hasta vimos
una cruz en el camino, de uno que pinchó
y no vino nadie a buscarle porque ¡su
coche de alquiler no tenía seguro
en estos caminos! Y la pobre Kaila, intentando
amamantarse, jartita nata terminó.
Y su madre, al borde del pánico desafiando
los baches y estrujando a la muchacha para
conservar los pezones…. Y todo esto para
descubrir que existía un camino alternativo
al farito, as-fal-ta-do (solo falta poner
aquí una foto de la cara de Joaquín).
La
cosa es que llegamos al ansiado faro y …
¡ni nos bajamos! (como los turistas
chinos - “paral, hacel foto y seguil que
vamol talde” -).
Luego
ya si, por una carretera decente (vaya rollo
de carretera, ja ja ja), nos dirigimos hacia
El Cotillo, donde nos fuimos turnando para
montar en segway. Mientras unos montaban,
el resto nos dedicamos a escudriñar
las rocas de la playa de Los Lagos, en busca
de cangrejos y pececillos para la cena,
lucir los cuerpazos al sol, comer tierra,
esconderse bajo las sombrillitas, en fin,
cada uno a su libre albedrio.
Eso
de los segway ¡un pasote! ¡vaya
caretos de velocidad! , la pena es que cuando
ya teníamos casi dominado el tema…
se acabó. Digno de ver a Miguelillo
derrapando y que casi se sube a la chepa
del guía por que según él
–iba despacio– vamos “modo yayo”. [nota:Palo,
estoy hay que repetirlo].
Concluida
esta grata experiencia, ya en coche, pusimos
rumbo a Ajuy, pasando por La Oliva, Tefía,
Betancuria, por una carretera con más
curvas que el boli de un epiléptico
y por su puesto sin parar, para llenar el
buche cual pelícano hambriento con
pescaíto frito, en Caleta Negra.
(Bueno miento, alguno hicimos una breve
parada sin bajar, “en modo chino” para tirar
una foto en un mirador, o al menos esa fue
la excusa para evitar ver el estado actual
del desayuno.)
Comidita
en la Cueva de Ajuy, sin ningún estrés,
o me atrevería a decir que sin dientes,
por que vaya tela… claro así luego
nos dice “el capi” que no cumplimos el programa.
Y después del sudoku para cuadrar
las cuentas, hicimos una breve excursión
por el sendero del acantilado que llevaba
a las legendarias cuevas que sirvieron de
escondrijo a los piratas, en el acantilado
de Ajuy.
Jugándonos
la vida entre las rocas, conseguimos acceder
al interior y ¡bingo! los peques hallaron
un preciado botín. Un antigüo
cargamento de chupachups, en lo más
profundo y oscuro de la cueva.
Con
tal preciado botín, pusimos rumbo
a la playa de la Barca de Sotavento, en
Jandía, donde los piratas más
valientes “Celia, Lucia y Miguel”, hicieron
alarde de su valor luchando con semejante
olas. Alguno hasta casi hizo skysurf enganchado
a una toalla voladora.
En
fin, otro día que nos pilló
el tiempo y regresamos al hotel tras recorrer
la isla casi a oscuras. Eso sí, dimos
alguna vuelta de más, pero vimos
¡un dromedario y un burro!, es que
Fran quería ir a verlos… o al menos
si su GPS. A Julio le perdimos en la rotonda…
ya que en cuanto pudo adelantarnos (y eso
que le esperamos 20 minutos hasta que se
acoplaron en el coche y arrancaron) se puso
en “modo formula one” y en un pis-pas llegó
al hotel. Por su puesto yo llegué
la última, porque tengo la fea costumbre
de atravesar los pueblos a la velocidad
indicada más o menos, paquete que
es una. Y
a la cama, que mañana hay que cerrar
la maleta y ponerse en marcha.
Ya
nos quedan 8 días – 05/08 – DE CORRALEJO
/ FUERTEVENTURA A LANZAROTE – “segundo traslado”
Por
fin dormimos a pata suelta, hasta que la
luz del día nos despertó.
Y después de un tranquilo desayuno,
tocaba conseguir volver a meter todo en
las maletas, recoger los equipos de buceo
y hacer un nuevo “tetris” en el maletero
para el traslado.
Puntuales
embarcamos en el Fred Olsen, rumbo a Lanzarote,
con nuestros bártulos (sombrillas
incluidas). Nada teníamos que envidiar
a Paco Martínez Soria en sus viajes
a Los Madriles, con la cesta con las viandas,
la gallina, la cabra, etc.
Al
llegar, recogimos nuevamente coches de alquiler
(algunos fardaron de coche), esta vez no
nos la dieron con queso a Los Remes y teníamos
un maletero decente. No obstante, queda
demostrado que debemos ser unos paquetes
o no sabemos hacer “tetris”, porque una
vez más tumbamos el asiento trasero
para poder meter los bártulos. Eso
sí con GPS y automático, una
novedad para nosotros.
Los
buzos se marcharon al centro de buceo (yo
me escaqueé, ji ji ji) a dejar los
equipos y el resto nos quedamos comiendo,
eso sí sudando la gota gooorda en
una pizzería del centro comercial
en el Puerto del Carmen. Los más
canis bajaron la comida saltando en el parque
infantil (estos niños no se cansan
nunca) y el resto visitamos tiendas para
pasar un rato al fresquito, mientras comían
los rezagados.
Salimos
hacia el Hotel Santa Rosa en Costa Teguise.
Ya
instalados, nos preparamos para el paseíto
en bici por el paseo marítimo. Desde
el hotel, salimos con nuestras lustrosas
bicis haciendo carreras de todo tipo; a
ver quién llega antes, quien tiene
más estilo, quién suda más,
incluso a ver quién consigue recorrer
una distancia lo más despacio posible
ganando el último en llegar (está
fue muy dura y con la mayoría descalificados
por tramposos). Por el camino, alguno pinchó,
a otro casi le da un patatús al darse
cuenta de que se olvidó la mochila
en el suelo mientras arreglaban el pinchazo,
otros se dieron la vuelta a medio camino,
algunos se retiraron antes para ocuparse
de otros menesteres y alguno se dio un castañazo
al final.
Y…
¡por fin el grupo al completo en la
cena! “Los Salidos” se incorporaban a la
expedición con sus polos y camisetas
bien perfumados y sin arrugas. Muchos besos,
compadreo y a ponerse fino en el buffet
del hotel.
Reunión
de pastores antes de irse a la cama, para
recibir las instrucciones de nuestro aclamado
líder.
Quedan
7 días ¿para disfrutar? –
06/08 – COSTA TEGUISE / LANZAROTE
Los
más madrugadores, a bucear. Esta
vez toca desplazarse al Puerto del Carmen,
al centro de buceo Hipocampus ubicado en
el hotel Fariones, pero todos en el trolebús
de los Perea, y de camino nos echamos unas
risas con la historia del “cabeza huevo”.
Con
una lancha para nosotros solos, guiados
por Néstor, hicimos (menos yo, ¡me
cachis!) un par de inmersiones. “La Boya
Amarilla” y creo que el “Veril de Fariones”.
En la primera, no vimos los ansiados caballitos
de mar, pero estuvo bien, vimos meros gorditos
e incluso una pastinaca contratada que pasaba
por delante de nosotros cada 15 minutos.
De la segunda no puedo hablar, porque mi
regulador decidió hacerme una jugarreta
y me quedé sin inmersión (otra
vez será). [nota para buzos: los
reguladores hay que revisarlos cada 2 años,
no como yo que lo he dejado un poco].
El
resto a disfrutar de la cama y de los lujos
del hotel… a excepción de mis chicos
y los de los Perea, donde acoplamos a los
míos, para que despertasen también
a los suyos y empezaran ya a jugar, no fuera
a ser que no les diese tiempo en toda la
mañana (mil gracias Julia por cuidar
de mis pollitos a tan tempranas horas).
Según
mis informadores, los peques, después
de una lucha encarnizada con los guiris
por apoderarse de los últimos víveres
en el buffet, se dedicaron a inspeccionar
todas las dependencias del hotel, disfrutaron
de la piscina y también se fueron
a la playa cercana a mojarse el culo en
el mar, snorkelear, etc.
De
vuelta, los buzos, recogimos a la tropa
y marchamos, no sin desvariar todo el camino
a través de los walkies hacia el
norte de la isla, a Haría, a llenar
nuestras hambrientas panzas, eso sí
con un menú de cocina lanzaroteña,
elegido que no cocinado, hace dos meses
(como para acordarse de lo que toca hoy).
Menos mal que “el Topo” lo lleva to apuntao.
El sitio estaba genial, teníamos
un saloncito reservado para nosotros solos,
la comida muy buena, pero casi reventamos
tanto comer. El sitio estaba en una plaza,
donde los peques pudieron bajar la comida
correteando mientras nosotros nos tomábamos
unos digestivos.
En
las excursiones de la tarde, visitamos “Los
Jameos del Agua” y “La Cueva de los Verdes”,
ambos ubicados en el interior del túnel
volcánico producido por la erupción
del Volcán de la Corona. En los Jameos,
las chicas imitaron perfectamente a los
célebres cangrejos ciegos que habitan
exclusivamente en ese lago natural y en
la Cueva de Los Verdes (donde nos retratamos
mil veces con nuestros politos verdes) nuestra
Kaila deleitó a todos los asistentes
con una piececita suya para probar la acústica.
Total, que la tarde fue transcurriendo disfrutando
de las creaciones de César Manrique.
Y para terminar, subimos al “Mirador del
Río”, pero en esta ocasión
no pudimos observar las preciosas vistas,
ya que las nubes decidieron bajar para que
nos adentrásemos en ellas y no viésemos
ná.
Y
de allí, al hotel, intentando llegar
algún día a una hora decente
al buffet.
En
el meridiano del viaje, a 6 días
– 07/08 – COSTA TEGUISE / LANZAROTE – “el
misterioso karting y el palizón bicicletero”
Sin
prisas, pero sin pausas, tras un buen desayuno,
salimos hacia el karting de San Bartolomé.
Alguno ya en ese trayecto se pensaba que
se estaba jugando la pole.
Y…
comenzó “La Gran Carrera de los Autos
Locos”. Algo extraño pasó
en la carrera de los mayores, porque algunos
apenas nos cruzamos con otros. Para algunos,
fue como entrar en un túnel del tiempo
en el que extrañamente apenas nadie
te adelanta, ni te sacas a leches de la
pista. Para otros… fue la hecatombe. Algunos
incluso pensamos que ese circuito estaba
embrujado. Como sería la cosa, que
no obtuvimos las clasificaciones
Los
niños tuvieron su momento y demostraron
que son mejores conductores que los mayores.
Bueno algún destrozo hubo en alguna
curva, pero teniendo en cuenta que era la
primera vez que montaban, no lo hicieron
nada mal (tendremos que aprender de ellos).
Aquí
tenemos que destacar que Javi, llevaba una
velocidad de vértigo, pese a no ver
la carretera y no llegar a los pedales.
¡A claro! que conducía Julio
y Javi estaba pegado a su chepa. Si es que
Julio cuando se monta en un kars ¡no
conoce!
Las
Rubias, tras las carreras, ese día
nos abandonaron, ya que Gelen estaba regulín
y la pusieron como excusa para echar el
día en el hospital y hacerse gratis
con todo tipo de barbitúricos.
El
resto nos dirigimos a Órzola, donde
pillamos los picnics para la comida preparados
por Miguel “El Rana” (menos mal que no llevaban
ancas de rana), para embarcar en un super-mega-chuli-vips
barco, hacia la isla La Graciosa. Qué
nivelazo, éramos la envidia de los
que andaban por allí, ¡unos
sobraos!
Una
vez llegamos a “Caleta de Sebo”, encasquetamos
los bártulos al grupo de baguetes
que irían en taxi land-rover hasta
la playa de la Concha y los más inconscientes
fuimos a buscar nuestras lustrosas bicis
para hacer el chuli recorrido hasta la misma
playa bici. ¡Madre mía, hasta
que cuadramos que bici llevaba cada uno!
Y es que además, las susodichas,
no habían visto una gota de aceite
las pobres. El caso es que conseguimos salir
de allí, pedaleando más o
menos. Tras un duro recorrido, sorteando
baches, de subidas y bajadas, y un calor
de mil demonios, conseguimos llegar todos
a la playa… donde ahora sí, debo
decir que los más inteligentes habían
ido en taxi…. porque en ese momento, solo
podía pensar que tenía que
volver a hacer el mismo recorrido, y es
que yo este año, no me había
preparado para el “iron-woman” ese.
Por
lo menos el paisaje merecía la pena
(sobre todo la churri en pelotas total,
a la que no quitaban ojo, algunos) y el
agua estaba estupenda. Devoramos el picnic
y descansamos un poquillo antes de volver
a subirnos en nuestras jacas para volver
al calvario.
Los
del taxi partieron antes, para esperarnos
tranquilamente en las terracitas de Caleta
del Sebo, tomando cervecitas fresquitas
y heladitos.
Los
mal llamados ciclistas, tras un duro debate
de 2 segundos, decidimos por votación
unánime pasar de la ruta cañera
opcional y volver por la corta… que más
vale lo malo conocido.
Lo
cierto es que hay que hacer una mención
especial a los dos escapados, Miguel y Juan
Luis (hijo), que vaya manera de pedalear.
También a su serpa… Raúl,
que trataba de alcanzarles para llevarles
agua sin mucho éxito, ya que las
criaturas tenían que pararse a esperarle
porque no les pillaba.
Currada
también la que se dio Juan Luis (padre),
que fue dando empujoncitos a casi todas
las chicas, menos a Celia que es una monstrua
de los pedales… y que es la que más
mérito tuvo con esa bici de 14 pulgadas
que solo vale para ir a dar un paseíto
al parque. Aunque claro, hay que recordar,
¡que se incorporaron al viaje dos
días antes, por lo que no podían
estar muy cansados!
Las
madres, muy dignas, bajamos el pie a tierra
más de una vez y empujamos bici…,
porque en esas cuestas, ¡queríamos
especialmente disfrutar del paisaje!, y
claro aprovechábamos para ir marujeando.
Nuestro
“amado capitán”, hizo más
kilómetros que Willy Fog., yendo
y viniendo, animando a la tropa (claro que
con culote se va mejor).
El
caso es que cuando las últimas llegamos,
allí to kiski se estaba hidratando
desde hacía rato.
Algunos
que no aguantábamos más con
ese sudor del camino, tras hidratarnos,
aprovechamos para darnos un remojón
en la playita, antes de subir al barco,
de vuelta a Órzola. Y al hotel, que
ha sido un duro día.
Vaya
tela, mira que estoy en baja forma. Yo no
me sentía ya las piernas, ¡y
que dolor de culo!
No
puedo con la vida, y nos quedan 5 días
– 08/08 – COSTA TEGUISE / LANZAROTE
¡A
madrugar pa bucear! A nuestro segundo día
de buceo se incorporó MPaz, quién
echó de menos a su lacayo (él
sabrá quién es cuando lea
esto). Hicimos un par de inmersiones, “El
Agujero Azul” y “Richi Place”. Todo fue
bien, algunos hicieron su primera inmersión
profunda sin inmutarse y pescamos a una
sirenita.
Sin
perder el ritmo que nos caracteriza, pasamos
por el hotel, a recoger al resto de la tropa
y salimos haciendo rueda hacia la capital
de Arrecife, a comer en “Casa Ginory”, conocido
por sus amigos por el “estupendo-maravilloso”.
Yo no he visto a nadie, con tan buena memoria,
moverse tanto y tan rápido como a
ese hombre. Y todo estaba buenísimo.
Como
viene siendo habitual, tras comer en “modo
yayo”, pasamos a “modo guiry”, para intentar
cumplir la agenda, pero una vez más
pisamos el freno al llegar a la masificada
playa “Papagayo”, cosa que nos da un poco
igual, donde una vez hincada la sombrilla,
no hay quien saque a la chavalería
del agua. Vamos que al Topo, le tocó
re planificar el día siguiente, porque
hoy to el pescao ya estaba vendio.
Y
de la playa al hotel, que mi querido esposo
y yo, teníamos sesión de cine
tras la cena con los chavales y así
damos la noche libre a esos padres que andan
por ahí acogiendo a nuestros hijos,
mientras nosotros disfrutamos buceando juntitos
(gracias papis y mamis por cuidar de nuestros
pollos).
Los
nervios previos, no les dejó meter
mucho en el buche, los tíos se reservaban
por si había chuces.
Y… en la noche de los niños… la sesión
de cine se retrasó por pequeños
contratiempo
(no aparecía la rubia del hotel que
nos tenía que dejar el ordenador
y conectar el cañón), por
lo que nos entretuvimos haciendo ejercicio
en el gimnasio. Luego se nos iba el tiempo
en una encarnizada discusión por
elegir película, porque estos chicos
son imposibles y quieren ver esa película
que aún no se ha rodado. Finalmente,
elegimos un clásico “La Historia
Interminable”. Se pusieron hasta arriba
de palomitas, chuches y bebidas edulcoradas…
pa aguantar el tirón.
Los
papis, impacientes, llegaron antes de tiempo,
y los niños se mosquearon por que
no pudieron ensayar algo que les tenían
preparado. Pero aun así, salió
bien.
Y
aquí va “El Rap del polo verde, camiseta
azul”, el gran éxito del verano,
con su coreografía y todo:
Música: rap “cualquier rap”
Letra: Merche “La Reme”
Correcciones a la letra y reorganización
de estrofas: Lucía “La Pequeña
Reme” y Las Perea (Paula, María,
Celia)
Coreografía: Las chicas de oceánica
Somos
de topodiving
no se puede negar
somos de topodiving
nos gusta bucear
Primero
Fuerteventura
luego Lanzarote
¿qué me estás contando?
¡esto es un pasote!
Polo verde
camiseta azul
si no quieres perderte
¡póntela tú!
Apúrate
que no vas a llegar
nos grita Palomino
que es nuestro Capitán
En
nuestras filas
hay dos soldados más
a Marcos y a Kaila
Les gusta rapearrr
Nuestro
sargento
se ha esfumado
y la tropa
se ha desmadrado
No
nos mires
no te rías
este año…
TÚ DESFILAS
Y
tal y como termina la canción, a
los padres les toco desfilar y al Capitán
pasarles revista, que a punto estuvo de
mandar a limpiar letrinas el resto del viaje,
a más de uno (ya que teníamos
a otra tropilla de acusicas metiendo caña).Y
luego… to el mundo a la cama.
¿Cuánto
queda?, 4 días – 09/08 – COSTA TEGUISE
/ LANZAROTE
Debido
a las condiciones meteorológicas,
aunque se supone que en Canarias siempre
hace buen tiempo, (resultó que eso
no estaba incluido), fue necesario reajustar
el plan. Tras un desayuno totalmente vacacional,
es decir, sin prisa ninguna, unos echamos
el rato en el minigolf (haciendo mogollón
de trampas) y el parque de bolas, porque
la cosa tampoco estaba para bañarse
en la pisci, hasta la hora de partida. Otros
con cargo de conciencia por pasarse tres
pueblos en el buffet, decidieron irse a
correr, al gimnasio, etc. Otros sin cargo
de conciencia ninguno, prefirieron tumbarse
en el sofá a ver la TV.
A
las 12:00, hora canaria, to el mundo montao
en los tronco móviles para ir a “Los
Hervideros” (que ese día no hervían)
y “El Charco de los Clicos” (mu verdecito
el como siempre). En ambos lugares nos hicimos
nuestras respectivas sesiones fotográficas
para la memoria.
De
allí, rumbo al El Golfo, donde comimos
tranquila y estupendamente como siempre,
unos crustáceos, paellita, etc.,
aunque sudamos bastante.
Y
rumbo al “Jardín de Cactus”, otra
obrita de César Manrique (sí
que le cundió a este hombre), donde
por fin tomamos la esperada foto de grupo,
con nuestras sudaditas camisetas azules
como el mar, con todos sus integrantes listos
y despiertos.
Agotado
el tiempo al máximo, volvimos al
hotel para cenar y pasar una amena velada
escuchando las viejas historias de nuestro
abuelo cebolleta “El Capitán Topo”,
donde descubrimos el origen de su alias.
Esto,
se está acabando un poco, ya solo
3 días – 10/08 – COSTA TEGUISE /
LANZAROTE
Última
mañana para los buzos y buzas, por
lo que nos cubrimos de gloria con no pocos
incidentes.
Pero, para la memoria quedará el
numerito de Julio. Vaya mal o buen rato
(por que se descojonaba de la risa) según
se mire, pasó el muchacho, “cabesa
huevo”. No sabía que excusa poner
para comprarse un traje nuevo y debió
pensar que era un buen momento (estando
todos vestidos y equipados, con nuestros
plomos y botellitas ligerísimas colgadas
para bajar a la lancha ya…) para cargarse
la cremallera de su traje (porque mi amigo
estaba aún sin cerrarse el traje).
Después de pasar un buen rato equipados
viéndole sufrir, quitarse su traje
y meterse en otro (para mí que era
más pequeño, porque allí
por mas barriga que metía, no había
forma, aunque el dirá que ¡la
culpa la tiene el buffet!), por fin nos
subimos a la lancha y partimos hacia el
punto. Vaya un sofoco se llevó, que
le dijimos de to menos guapo. Pues eso no
es todo. Nos vamos a tirar al agua, y mi
regulador, aunque me lo arregló Néstor,
vuelve a fallar perdiendo aire por todas
partes (¡me cago en los peces de colores,
que me quedo sin inmersión! pensé
yo). Menos mal que el guía dijo que
bajaba el con el mío… este hombre
¡no debe respirar! Pues la cosa no
ha terminado, que cuando subimos a Julio
se le cae la linterna esa guapa que lleva
que vale una milloná. Una vez más
Néstor le salva el culo y consigue
encontrarla. Para ser la última,
vaya inmersión más accidentada.
Aunque,
Julio estás perdiendo facultades,
porque este año no me has hecho ninguna
putadilla de las tuyas. Al revés,
Raúl tendría que pedirte perdón
por golpear insistentemente su cabeza contra
tu aleta en alguna ocasión (yo creo
que estaba celosillo).
Y
gracias a este numerito, recoge a toda leche,
despídete más rápido,
y corre que te corre al hotel, que esta
vez sí que vamos tarde.
Por
lo que me han contado, los peques pasaron
la mañana jugando en el hotel, en
la pisci, al minigolf y en las bolas.
Los
que no bucearon, tuvieron el detallazo de
dejarnos preparados unos suculentos bocatas
y pusieron pies en polvorosa al parque acuático,
que los niños estaban de los nervios.
¡Esto
es lo que más les mola a los chavales!,
pero se les hizo muy corto. No les moló
nada, parar para ir a merendar (aunque fuera
un detalle y estuviera bueno) y algunos,
nos quedamos sin probar algunos toboganes.
¡Jooooo! Si es que cierran muy pronto
este parque (¿a las 18:00 h?). [nota:
Topo, indiscutiblemente hay que repetir
parque acuático en la próxima
Oceánica, pero todo un día]
Pero,
menos lloriquear y todo el mundo andando,
que tenemos la primera manga del torneo
bolichero lanzarotil. Esto fue así:
lanzar bola, tirar bolos, y bola a bola,
lo pasamos bomba. Cada uno a su estilo.
Alguno hasta besa la bola antes de soltarla,
¡qué fuerte! La cosa estuvo
reñida, pero hasta la finalización
de la segunda manga no sabremos quienes
son los vencedores. La cuestión es
que “Los Remes” ganaban a “Los Topos” y
aquí solo podía quedar uno.A
cenar e intentar conciliar el sueño.
¡Jooo!
solo nos queda un 1 día – 11/08 –
COSTA TEGUISE / LANZAROTE
Desayuno
rapidito (no podía ser de otra forma)
y rumbo al PN de Timanfaya, con nuestros
picnics a cuestas. ¡Y los Joaquines
siguen ahí, al pie del cañón!
Por cierto, que nos podíamos haber
ahorrado la entrada, ya que los trabajadores
del parque, compran su vestimenta en el
mismo sitio y del mismo color (¿causalidad?
no lo creo).
Visitamos
en bus el Parque, admirando el paisaje lunar,
la lava de las erupciones, subiendo y bajando
por esas cuestas y asomándonos a
esos precipicios con ese bus (que canguelo).
Tocamos las rocas muy calientes y vimos
la exhibición de agua propulsada
a toda mecha. Un rico olorcillo salía
del horno natural y tratamos de convencer
a Judit para colocar suavemente a Kaila
en la parrilla, pero chicos ¡se negó
en rotundo! (vaya aguafiestas). Nos consolamos
con compritas y pusimos rumbo al centro
de visitantes.
Allí,
vivimos en nuestras carnes, una simulación
de erupción light volcánica.
Nos faltó realismo, como por ejemplo
que cayesen cosas del techo, que el suelo
se moviese, en fin espectacularidad. El
caso en que cuando yo visité estos
parajes hace muchos años, si recuerdo
que el suelo se moviese.
Tras
un ratito de siesta, algunos, durante la
proyección de un par de documentales
bastante interesantes, donde nos presentaron
a las aves, reptiles y anfibios locales,
como el Lagarto de Haría, el gusano
“Mide Palmos”, “María Dominga”, dimos
un paseo por las pasarelas del recinto en
su busca, para estirar las piernas.
De
allí, rumbo hacia la playa de la
Madera, a buscar tesoros entre los restos
que llegan a la orilla (zapatos, botes,
troncos, etc.). Devoramos el picnic y dimos
un breve paseíto entre la lava de
los acantilados.
Y
llegó el momento del día más
esperado por los chavales. Montar en camello
(bueno en realidad en dromedario). ¡Vaya
fila de cuadrúpedos solo para nosotros!(sobre
todo pedos y consistentes).Pasamos un ratillo
ameno
A
esas alturas del día, con el calorazo
que estaba haciendo y teniendo en cuenta
que habíamos estado en una playa
sin poder bañarnos (no era muy adecuada
para el baño),… los chavales pedían
a gritos ¡piscina! En esos momentos
la expedición se dividió,
no sin antes esperar a que todos nos reagrupásemos
para la foto con los politos verdes, tras
esperar a que le limpiaran el culito a Kaila,
y a que “Los Pereas” y “Los Julios”, fuesen
a llenar los depósitos de sus coches
en medio del desierto y volviesen, que bien
podían haberlo hecho después,
digo yo. El caso es que tomada la foto,
los que más han estado comiendo el
en buffet, a modo de penitencia se fueron
a dar un paseíto en La Montaña
Blanca para ver la caldera de un volcán.
Los que ya hemos dado por perdida este año
lo de la operación bikini… nos fuimos
hacia el hotel a dejar que nuestros niños
hicieran el bestia en la pisci. ¡Por
fin agua fresquita!
Y
llegó el ansiado momento. La segunda
manga del torneo bolichero lanzarotil. Aunque
finalmente no pudimos obtener las calificaciones,
pero todo hace pensar que el Topo con sus
“besitos a sus bolas”, nos dio un palizón.
[nota: chicos este invierno toca, a escondidas,
hacer gimnasia, montar en bici, montar en
karts y jugar a los bolos, para no hacer
mucho el ridi la próxima vez. O sea,
ponerse en forma y afinar la puntería].
Al
día siguiente no se madrugaba, por
lo que después de la cena, el ambiente
estaba relajadillo.
Esto se acaba – día 0 – 12/08
– DE COSTA TEGUISE / LANZAROTE A LANZAROTE
A MADRID
¡Oh,
capitán, mi capitán! la tortura
del Topo se iba a acabar. Lo cierto es que
nuestro capitán… supongo que los
años no pasan en balde, se está
ablandando (o será la energía
de Marcos).
A excepción de “Los Joaquines” que
tuvieron que madrugar para partir hacia
otro continente (como Marco en busca de
su mamá) y a los que por cierto nadie
se levantó para despedir, el resto
pasamos una relajada mañana en el
hotel, sin madrugar, preparando maletas,
y dándonos un paseo, porque aunque
se supone que siempre hace un clima primaveral,
nos llovieron dos o tres días y este
fue uno de esos y no pudimos tirarnos en
las hamacas de la piscina.
Algunos, “Los Perea”, “Los Salidos” y una
parte de “Los Julios”, prefirieron apurar
y sacarse la espinita de subir al Mirador
del Río, por lo que poniendo como
excusa que querían visitar la casa
de César Manrique, pusieron pies
en polvorosa. Y por fin, pudieron admirar
las vistas de la isla de La Graciosa desde
allí, aunque pagando como pardillos.
Nos prepararon una paellita en el hotel,
como si fuese nuestra última comida,
y volvimos a jugar al “tetris” con el equipaje.
Se notaba el cansancio o la tristeza en
el personal, arrastrando el equipaje por
el aeropuerto como almas en pena. Por lo
menos, no montamos numeritos al pasar el
control.
Y pasando el rato, jugando, comiendo, cotilleando,
haciendo planes para el regreso y dando
respingos con las pequeñísimas
turbulencias, llegamos a Madrid. Y… misterio…
acabábamos de perder una hora de
nuestras vidas. Recogiendo el equipaje,
que llegó ok, calurosos besitos y
abrazos y cada mochuelo a su olivo. Esto
se acabó, finiquito, fin, finish,
fine, ende, ?????.
Prólogo
Esto de visitar hospitales, se está
convirtiendo en una actividad más
de las Oceánicas. Menos mal, que
Gelen, aguantó el tirón como
una campeona y pese a su mal estar, trató
de no preocupar al resto del grupo. Y no
sé cómo, porque una vez de
vuelta, ya el especialista en el hospital,
la diagnosticó que tenía ni
más ni menos que 6 úlceras
en el duodeno. [nota: Todos esperamos que
se recupere, sobre todo el Topo, para que
cuide a Marcos en la próxima Oceánica].
Y
al final, Kaila ¡se ha escapado de
servirnos de aperitivo!, como el año
pasado se escapó Marcos, en el horno
no nos va a caber en Navidad y además
cuando nos volvamos a ver, ya va a estar
durita. [nota: El próximo bebe, no
se nos puede escapar].
Bueno
chicos, después de tirar de apuntes
y visualizar fotos, esto es lo que he conseguido
del vago recuerdo de este viaje. Evidentemente
algunos personajes son más nombrados,
puede ser porque tienen un mayor afán
de protagonismo, o porque me han pagado
más, el caso es que podemos decir
que una vez más sin el Topo, este
grupito no es na.
Merche,
La Reme. |
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