Asistentes
Palo
Almu
Marcos (4)
Elena (2)
  M.Paz sr.
M.Paz
Juan L (12)
Olivia (12)
Sara (9)
Sebas
Marina
Ángeles (8)
Carlos (6)
Charly
Almu
Carlitos (4)
Joaquín
Judith
Kaila (4)
  Aliana (2)
Juanra
Tere
Abel (9)
Sole
  Javier
  Daniel (12)
Julio
Gloria
Sara (12)
Javier (8)
Manu
Araceli
Ana
Jorge
Aitor (3)
Leire (0)
  Raúl
  Ruth
  Noé (5)
  Laia (0)
En rojo PAGADO.

 

CALZADA DE CALATRAVA. TEMPLARIOS

¡¡¡¡¡¡ 30-31 DE MARZO 2.019 !!!!!!!

Hospederia de los Calatravos

 

El espíritu de Topodiving está en crisis.

Quizá no seáis conscientes, pero Topodiving está en crisis. No hay sangre joven. Y nosotros nos hacemos mayores. Y no todos los que vienen detrás, tienen las características adecuadas para convertirse en el fiel apéndice de sus predecesores que deben ser.
Por eso urge hacer una selección de los mejores vástagos, que deben seguirnos de cerca, para aprender primero, y para guiar a las generaciones venideras después, en el camino a seguir en las experiencias topodivingescas.
Todo esto, obviamente se entiende que no afecta al Topo mayor, que está en lo mejor de la vida.
Es perentorio conseguir jóvenes con ganas de liderar en el futuro el proyecto que puso en marcha hace ya más de cuatro lustros, el Topo mayor. Y aunque goza de buena salud, y se siente joven y fuerte, empieza a sentir la necesidad de transmitir y delegar.


Con este fin, el Topo mayor ha diseñado una serie de pruebas (repartidas en dos niveles, en función de la edad de los aspirantes), que los aspirantes a entrar en la secta de Topodiving tendrán que superar. Dadas las penurias que los progenitores han tenido que soportar por pertenecer a la secta, no se les puede vender que las pruebas son para ser miembros de pleno derecho de Topodiving, así que se les ha dicho que su finalidad es conseguir el título de Caballero Templario.
Esta es la crónica de lo acontecido en esas pruebas:
La primera prueba fue conjunta para chicos y grandes, y versó sobre puntualidad. Y ya se vieron las primeras carencias. Carencias que de haber contado los candidatos con carné de conducir, hubiera supuesto la expulsión inmediata de la secta. Se recogieron las llaves y se dejó el equipaje en los aposentos, e inmediatamente, se condujo a los aspirantes al restaurante. Allí se les estuvo observando para determinar cómo se comportan los aspirantes en ambientes lujosos, poniéndoles delante de un deslumbrante banquete.
Posteriormente, se puso a prueba la entereza de todo el grupo, y sus cualidades, para las duras excursiones a las que son sometidos los integrantes de los viajes y excursiones de Topodiving. Para ello visitamos el Castillo de Calatrava, una prueba en la que además de la caminata, las piedras y el tiempo erguido, hubo que aguantar la ardua charla del guía. Todo un reto a superar.
Las pruebas posteriores fueron encadenadas, a fin de que unas pistas llevaran a otras, y estas a conseguir los objetivos que se habían establecido. Ni que decir tiene que el seguimiento y consecución de todas esas pistas y pruebas, eran escrutadas por los examinadores.

 

Pruebas de niños chicos:

Acompañados de algunos tutores, se puso a prueba la resistencia física de los más pequeños, subiendo las escaleras a las terrazas superiores de los aposentos, para hablar con un mago que les daría pistas para conseguir el ansiado título de Soldadito Templario. Y para volver al interior, tuvieron que hacer uso de su persuasión para convencer a los guardianes de la puerta, para que les dejase pasar.
Una vez dentro de nuevo, tuvieron que demostrar su astucia para robar llaves de habitaciones, e introducirse sigilosamente en la que contenía la merienda, y sacarla sin que fueran descubiertos.
Después tuvieron que sacar a relucir su creatividad, elaborando sus propios trajes, con los que luego recibirán clases de esgrima con maestros espadachines, poniendo a prueba su capacidad de aprendizaje y concentración.
Posteriormente se probaron los conocimientos adquiridos y su espíritu de equipo, en la compleja tarea de rescatar a una princesa sorteando diversas dificultades. La princesa, en agradecimiento, les indicó donde podían conseguir el huevo de búho que tendría que utilizar en la siguiente prueba.
Ésta, consistía en hacer volar el huevo sin que se rompiera, por lo que tuvieron que demostrar sus dotes de sabueso para buscar a alguien experto en esas lides que les asesorara. Una vez determinado el método, lo llevaron a cabo con éxito, lo que supuso que habían superado todas las pruebas y se les adjudicó una espada de Soldadito Templario a cada uno.

 

Pruebas de niños grandes:

Primero tuvieron que subir a las almenas del alojamiento, donde un mago les dio pistas entre hechizo y hechizo para empezar la búsqueda de su ansiado premio: conseguir el título de Caballero Templario.
Posteriormente, los aspirantes tuvieron que enfrentarse al cuerpo de guardia. Y a punto estuvieron de recibir una buena paliza, pero descifraron a tiempo el primer enigma, al pronunciar las palabas mágicas que les permitirían deambular por todo el alojamiento: "Quiero ser templario". Buena memoria demostraron los aspirantes. Pero ahora debían averiguar el siguiente paso, así que peguntaron a todo personaje que se les cruzó, hasta que determinaron que la siguiente prueba, sería convencer a los capitanes templarios de que les ordenasen caballeros.
Los aspirantes fueron recibidos por los capitanes con desprecio, a fin de poner a prueba su autoestima y su perseverancia. Se dieron cuenta, en un ejercicio de humildad que necesitaban aprender. Así que buscaron asesoramiento, entrenaron concienzudamente, y volvieron con los deberes hechos a hablar con los capitanes. Ante el cambio de actitud, los capitanes les propusieron un reto en tres fases que los aspirantes debían superar.
Debían encontrar un huevo mágico, por lo que tendrían nuevamente que emplearse a fondo para averiguar dónde estaba, y cómo hacerlo mágico. No escatimaron esfuerzos y, dando esquinazo a damas que les estorbaban en su progresión, lograron encontrarlo, y gracias al mago, hacer un encantamiento para hacer mágico al huevo. Ya empezaban a ser diestros en la famosa Técnica Disney Topodiving que les abrirá muchas puertas en las aventuras que correrán con Topodiving.
Esa era la primera prueba. La segunda, consistía en encontrar las llaves de un aposento, acceder al mismo, y encontrar unas piezas de puzle a oscuras y en silencio, para sortear los porrazos de un supuesto Prior. Los aspirantes demostraron que empezaban a dominar las técnicas de camuflaje, y la picaresca que tantas veces hemos usado en los viajes de Topodiving.


La tercera prueba consistía en rescatar a unas damas encerradas en una habitación, para lo que tuvieron de nuevo que emplear el engaño y el subterfugio para conseguir la información de la localización, así como las llaves; y después sacrificarse y recibir decenas de porrazos para conseguir el objetivo.
Los aspirantes habían demostrado tener una cantidad notable de las cualidades esperadas en un integrante de Topodiving, pero sobre todo, determinación.
Pero aún quedaba una prueba más: Los aspirantes debían demostrar seguridad en sí mismos y en haber desarrollado todas las pruebas de manera correcta. Y la forma de hacerlo era tirando desde las alturas el huevo mágico, de manera que no se rompiera. Y así fue.
Una vez pasadas todas las pruebas, los capitanes templarios resolvieron que todos los aspirantes habían demostrado las cualidades necesarias para ser nombrados Caballeros Templarios, y por tanto, entrar con todos los derechos en la organización de Topodiving, con lo que eso supone de sacrificios, pero también de satisfacciones.

 

 

Celebraciones:

Así que todos los aspirantes, chicos y mayores, fueron nombrados Soldaditos o Caballeros Templarios, y a todos se les dio una espada simulada, como símbolo de la culminación de su travesía iniciática.
Una vez repuestas las fuerzas con una buena cena y un sueño reparador, los ya miembros de pleno derecho, ejecutarían su primer trabajo en grupo, con el que además, celebrarían su nuevo título, liberando las tensiones del día anterior: Irían a la caza de todos los maestros que intervinieron en las pruebas, a molerles con sus espadas. No dejaron aposento sin escrutar, ni lomo sin apalear.
Y así han concluido estas pruebas de acceso a Topodiving, en la que chicos, grandes y mayores disfrutaron de un fin de semana, en el que por unas horas se les permitió vivir otra vida… una vida llena de emociones, sobresaltos, y buena compañía.