Hay algo más
Pues todo es ponerse. Con un mensaje-crónica de la Perea, el video que acaba de llegar del club de buceo (Que ya se lo han pensado. Lo han debido editar con moviola) y unas cuantas fotos y videos rescatados por el Topo, se ha podido recuperar para la memoria histórica aquel feliz viaje.
Pues eso, una crónica más para el recuerdo.
Mini crónica de Julia Perea
No puede ser. Me pilló el jet lag...no me puedo dormir, me he levantado de la cama, he puesto una lavadora y una secadora, pero no parece que vaya a conciliar rápidamente el sueño... Así que voy a aprovechar para dar las gracias por este estupendo viaje.
Primero a Almu, que animó al Topo a preparar esta excursión transoceánica y se quedó con Elena y Marcos mientras el resto junto a Palo nos íbamos de vacaciones.
Luego al mismo Jose, que una vez más ha conseguido diseñar un viaje ajustado en costes y aprovechado en vivencias, intentando a la vez dar gusto a todos, que no es nada fácil...
En tercero, gracias a las no buzas, pues hemos formado un trío bien avenido que ha disfrutado de la fauna terrestre y acuática y sin necesidad de bajar más de 2 metros en inmersión. Hemos exprimido todas las excursiones a tope!
Y por último, (y no por ello menos importante), a todo el grupo expedicionario por formar esas piezas del puzzle que hacen que un viaje deje buen sabor de boca.
Le diré a la gente que Galápagos merece la pena de ser visitado. Cada isla tiene su encanto. Santa Cruz, nuestro campamento base, no ha dejado indiferentes a los buzos, que han perdido la cuenta de cuántos tiburones martillo han visto, que han disfrutado con los bancos de mantas, barracudas y otras tantas especies , han visto cómo a los leones marinos les gusta juguetear incluso bajando a 10 metros, o tranquilamente han experimentado que los tiburones de punta blanca son inofensivos... y sólo por nombrar algún ejemplo de lo visto en las profundidades, lugar donde habrían dejado a algún instructor con los peces...
Araceli, Gelen y yo misma también hemos nadado con tortugas y leones marinos y, porque el agua estaba demasiado turbia en los manglares de Tortuga Bay, que si no, podríamos haber visto con nuestros ojos a las tintoreras que estaban bajo nosotras durmiendo en el fondo del mar...
Con los pies en la tierra las iguanas no nos han dejado indiferentes y las hemos visto, (y casi pisado..), en varias localizaciones: en Santa Cruz, Santa Fe e Isabella, ya fueran terrestres o marinas, tomando el sol tan ricamente. Y hemos hecho un cursillo rápido para distinguir algunas de las 11 especies de tortugas que aún permanecen en las islas y a las que podemos sumar la momia de la Tortuga George, última de su especie endémica de tortuga gigante. (No, no fueron los ciclistas en su bajada los que se la cargaron, murió en 2012..).
Eso sí, si de leones marinos se trata, mejor hay que visitar para la próxima San Cristóbal, como recomendarían Africa, Susana y Quino. Algo que podrán atestiguar los Magantos, María y Gonzalo, a quienes una semana también se les ha hecho corta y darán unas vueltas más por las islas.
¿Y si los curiosos me pregunta por la comida? Pues les podría recomendar las tortillas y el gazpacho del Topo, Gelen y Oscar, pero como no van a montar un bar en Galápagos, (tienes que tener previamente trabajo remunerado para quedarte), pues que prueben la comida local: el pescado brujo a la parrilla, el cebiche, (si no les sienta mal el cilantro), el pez espada , la parrillada de camarones, calamar, churo y pulpo, los pantacones de plátano y los jugos naturales, sobre todo el de piña con hierbabuena. (Cerveza tomarán mucha, pero no les llamará la atención ninguna y se les olvidará devolver el casco, que es retornable).
De los postres y panes, casi mejor no hablar. Como mucho, que vayan al The Rock para recenar una tarta de chocolate y al Bongo a bailar merengue los miércoles y a tomar un mojito o un Sex on the beach. Si quieren karaoke, que pregunten por Coni, para que les dejen entrar gratis en el más concurrido y no les pongan pegas con la documentación exigida para poder entrar.
Bueno, no sé vosotros, pero yo volveré porque mis niñas no se pueden perder este paraíso y yo quiero estar presente cuando lo vean.
Y Gelen, espero que te sirva este mail como mini crónica. 😉. Deberes hechos.
Besos,
Julia