AUTOR
JUANRA

 

Cena a la luz de la luna llena

10/07/2008

Chicos,

recordad que el jueves que viene (17 de julio) es luna llena, Tere y yo tenemos intención de ir a cenar una tortilla a la sierra. A principios de semana mandaré un correo con los detalles, pero vamos, estaremos sobre las 12 de la noche en la cama pasando calor y luchando por el insomnio.

Aprovechando que algunos vais a jugar al ping-pong esta tarde, podríamos irnos a cenar un filete empanado al parque Juan Carlos Primero. Yo me acercaría a la merienda-cena, pero no al ping-pong (ya sabéis que mi fuerte es el voley-playa). Tere está en el mismo caso que yo, aunque por otras razones. Dice que solo juega a deportes de contacto, y el ping-pong no lo es, a no ser que se llegue a las manos.

JuanRa

Desafortunadamente nadie pudo acudir a su convocatoria y a continuación viene el correo del día siguiente

18/07/2008

Que exitazo ayer!

Con deciros que acabé dando explicaciones a la Guardia Civil. Si porque al principio éramos solo Tere y yo, pero empezó a llegar gente convocada que no había dicho que iría y claro, se montó el jolgorio.

Había uno que se llevó una botella de butano y se emperró en ponerla en mitad de la pista forestal para hacerse una paella. Decía que eso no era una barbacoa y que por sus santos cojones iba a cenar paella. Claro, después de llevar 2 kilómetros la bombona debajo de el brazo y la paellera atada a la espalda (parecía una tortuga ninja), a ver quien le iba a decir que no.

Otro bajo del coche con un amplificador, unos altavoces y una batería de coche y se puso a andar. Pero este no anduvo todo el recorrido porque se le clavó en la mano la cuerda con la que ató la batería, y se quedó antes. Pero dijo “No os preocupéis, que lo pongo a toda hostia y os amenizo la cena, allá donde estéis”. Que íbamos a decirle?, pues le dimos un trozo de tortilla y se quedó montando el equipo.

Y cuando al alcalde le avisaron del jolgorio, vio la solución a todos sus poblemos, debió pensar que como éramos tantos, poniendo una entrada llenaría las arcas del consistorio. Pero pinchó en palo, porque según dijo lo de pagar, hubo una espantada, y todo el mundo se metió entre los árboles, y empezó a hacer el “cu-cu”.

Al final la benemérita nos recogió uno a uno y nos llevó al cuartelillo.

Un buena velada…

JuanRa