La catedral reciclada y Europa diminuta
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Los miércoles al sol

La catedral reciclada y Europa diminuta

Las asistencias inesperadas La catedral artesana Parque Europa Comida y juegos en red

Los miércoles al sol

La catedral reciclada y Europa diminuta

Las asistencias inesperadas
La mañana empieza con sorpresas. Araceli, que no se la esperaba, decide apuntarse in extremis a la jornada de miércoles al sol. Y bien que al sol, porque el día está estupendo, frío pero con un sol radiante y calefactor que amortigua el fresco de la mañana que empieza. Bienvenida sea.
Besos y salutaciones realizadas, nos subimos a los coches y en marcha.
Después de un nuevo desencuentro de "gepeeses" entre el vetusto y el moderno, decido seguir al líder en plan convoy de coches del FBI en una película tradicional made in USA. Un paseo por las distintas carreteras que conducen a Mejorada del Campo, un pequeño peaje y nos plantamos en la primera localización de nuestra jornada.
Allí, una nueva sorpresa (grande y agradable especialmente para mí, que no la esperaba): Marisa aparece allí con su familia para compartir, al menos, la visita a la catedral y asistir, por primera vez (se espera que continúe en su empeño) a una jornada "miercolera". Abrazos intensos y emocionados y comenzamos la visita a la "Catedral de Justo".

La catedral artesana
La primera impresión de la "catedral" así llamada, es ya desde el coche al llegar. Produce un efecto raro, es bonita en su rusticidad y desaliño, rebuscada en su diseño, pero, al fin, representa el trabajo y el empeño de toda una vida de un hombre que puso su esperanza en curarse de una tuberculosis al servicio de esa creencia milagrera, construyendo en honor de esa fe este monumento artesanal, a base de su esfuerzo personal -en lo físico y en lo económico- con apenas algunas manos de ayuda ocasional y muchas donaciones de materiales y cachivaches diversos que has sido incorporados, sea en la arquitectura o en la decoración, a esta impresionante obra.
Puede gustar o no gustar, pero no deja indiferente. Es un trabajo increíble en su diseño y ejecución por un solo hombre, que llevaba el diseño únicamente en su cabeza, y que no poseía conocimientos iniciales de arquitectura. Un autodidacta con una voluntad de hierro y un espíritu incansable.
Parece mentira que se soporte, pero la solidez y viabilidad de la construcción fue avalada en su momento por un equipo de arquitectos. Toda una proeza.
El diseño y la decoración interior llama la atención por la profusión de claustros y estancias repletas de mesas de todo tipo, con preponderancia de mesitas camillas, con sillas. Pareciera que está preparado para la realización de festejos, restaurante -algunos detalles así lo indican- o la realización de congresos.
Eso sí, hace dentro un frío pelón acrecentado por las puertas abiertas al exterior que invita a realizar la visita un tanto apresurada. También que cuando el frío hace presa en mi calva y empiezo a tener presíntomas de congelación craneal, me doy cuenta de que este sitio no está consagrado y que no será falta de respeto calarme la gorra hasta las orejas.
Un detalle curioso es la inclusión, en una imitación de vidriera, de tres reyes (magos quizá) a la viva imagen tres de los reyes del imaginario de los naipes de Fournier. Supongo que no pagará royalties.
Así que terminamos la visita y nos despedimos de Marisa y los suyos, que no pueden quedarse al resto de actividades del plan.
Un gustazo de verla y quedamos para la próxima ocasión. Besos y nuevos abrazos de despedida y se van a sus quehaceres.
Damos una vuelta para ver las fachadas de la construcción, a la que una cigüeña honra ya con una expectativa de nido (habrá que ver si lo aguanta la cúpula), y tras una visita fallida y otra exitosa para pises (aunque exitosa, esta última se consuma de oído porque los obreros de la catedral tienen cortada la electricidad para seguridad en sus menesteres), emprendemos camino hacia Parque Europa en Torrejón de Ardoz.

Parque Europa
Llegamos al parque ya con el sol en lo alto y el día prosigue, en lo metereológico, conforme a lo anunciado en los partes: hace un calor de narices para lo forrados que vamos. Especialmente alguna que lleva la camiseta térmica repujada en la piel. Eso sí, con el chaquetón bien cerrado a pesar de ello. Debe ser alguna promesa como la del tal Justo, pero en plan martirologio sudorífico.
Bueno, pues al parque.
La gracia principal del parque son las reproducciones, a escala reducida, de diversos momumentos internacionales mezclados con diversas atracciones infantiles que conforman un entretenido hábitat para el disfrute dominguero, ya que en diario aquello está bastante despoblado. Eso sí, en fin de semana y con buen tiempo, debe llenarse de familias con infantes para disfrutarlo.
Vamos recorriendo las distintas reproducciones entre conversaciones sobre el último caso del futbolista acusado de agresión sexual a una chica y las distintas opiniones sobre el asunto.
Entre disertaciones y discursos, se nos pasa inadvertida alguna reproducción monumental que hace que haya que retroceder para echarle un vistazo.
Algunas de estas reproducciones están más logradas que otras. El Puente de Londres, la Fontana di Trevi y la Puerta de Brandeburgo, por ejemplo, están muy logradas. SIn embargo la Torre Eiffel... en fin, no se sabe si se parece a la citada torre o más a una torre de tendido eléctrico reciclada. Pero bueno, hace su efecto.
Ya bastante acalorados -algunos al menos- empieza a sentirse la conveniencia de ir llegándonos al restaurante elegido para lo de comer, pues Araceli y yo mismo estamos en ayuno eucarístico. Gracias al cielo, ya son cerca de las dos y podemos ir yendo para el restaurante, en el mismo parque, en donde reconfortar nuestras vacías tripas.

Comida y juegos en red
La comida como siempre, entre comentarios y bromas. No quiero entrar en consideraciones y peculiaridades del menú por no ser tachado de tiquismiquis una vez más. Qué se le va a hacer. Menos mal que son buena gente y me toleran.
Después, nueva invención del maestro de los juegos de grupo, esta vez en nivel 4.0 al incluir ya medios tecnológicos. Un entretenido y elaborado (una currada del líder, vaya) de preguntas y respuestas en competencia por acertar y, a ser posible, ser el primero en hacerlo, pues la puntuación mejora substancialmente si se logra.
Así que vamos pasando pruebas con preguntas sobre películas, temas musicales y otras entretenidas banalidades que hacen que se nos vaya extendiendo el horario sin darnos cuenta. Al final, hay que cortar el juego casi a regañadientes, porque si no nos podemos ir de allí a las mil y monas. Todo un clamoroso éxito, querido líder y organizador.
Así que nada, de nuevo a los coches. El coche del organizador, vuelve a superar al mío en acierto de la ruta más corta y desocupada de tráfico. Hay que fastidiarse con el coreano.
De nuevo en la plaza del Mar de Cristal, nuevos abrazos y cada cual a su casa.
Otro estupendo miércoles -esta vez sí- al sol.